domingo, 13 de mayo de 2018

M21S3 El impacto de la ciencia y la tecnología en la economía, la política y la cultura

Introducción

La utilización sistemática de los conocimientos científicos y de las nuevas formas materiales generadas en el sector tecnológico, se ha impuesto como condición para el desarrollo social. Su utilización constituye una de las tendencias que con mayor fuerza caracteriza a la sociedad moderna y ejerce en ésta un empuje cada vez más creciente.

La ciencia y tecnología en la economía

La ciencia se ocupa de estudiar los fenómenos naturales, de descubrir todas sus manifestaciones, la mayor parte, ocultas a las posibilidades de nuestras capacidades de percepción y encontrar las leyes que los rigen. Aunque, la mayor parte de las personas hemos oído decir que sin la ciencia no podríamos disponer de tecnologías como luz eléctrica, teléfonos móviles, hornos de microondas, tarjetas de crédito, etc., todavía sobrevive la leyenda que identifica al científico como una persona que vive en una especie de torre de marfil, ensimismada en la investigación científica al margen de cualquier tipo de aplicación o consideración práctica.

Veamos un ejemplo de lo anterior con el caso del transistor, un dispositivo que revolucionó el mundo de la electrónica:
El valor económico que le podemos dar a la ciencia y tecnología se da precisamente por la interrelación de ambas.
Fabricado de materiales semiconductores, muy abundantes y económicos, fue creado en los Bell Telephone Laboratories.

Este invento permitió regular la corriente que pasa por él, amplificar señales eléctricas así como conmutarlas, principio básico de la estructura de comunicación de las computadoras.



 
Antes del transistor, existían los tubos electrónicos al vacío que eran válvulas de vidrio que requerían de grandes cantidades de voltaje y corriente para funcionar.

 
El transistor necesitaba fracciones más pequeñas para funcionar, además de ser más estable, actuaba de forma inmediata y duraba mucho más tiempo.

 
El transistor es considerado el hijo de la física cuántica, que junto con la teoría relativista revolucionó el siglo XX.

 
Sin tener conocimientos de esas materias, hubiera resultado imposible inventar el transistor, del que podemos decir con seguridad que cambió el rumbo del mundo, lo cotidiano, lo industrial y lo económico, de forma indirecta.

 

La ciencia como actividad emprendedora

Las nuevas posibilidades económicas que abrió el descubrimiento del transistor y de los nuevos materiales semiconductores, se hicieron claros para las compañías emprendedoras; pero también resultaba claro para algunos científicos que buscaban los beneficios, muchos de los cuales decidieron traspasar sus antiguos hábitos de la academia para meterse al mundo de los negocios, convirtiéndose ellos mismos en empresarios.
Un ejemplo de lo anterior es el famoso Silicon Valley, cerca de San Francisco, cuando Frederick Terman, maestro y director de la Universidad de Stanford, y William Shockey, un descubridor del transistor, se unen para fundar su propia compañía Shockey Semiconductor Laboratory.

Con este tipo de relación se establece una nueva alianza entre la ciencia y la industria y entre la investigación básica, desarrollo e innovación, lo que se codifica con las siglas I+D.
 

Conveniencias políticas

La política de casi todos los Estados occidentales tiende a estimular la investigación, el desarrollo y la innovación tecnológica, ya que ésta constituye un pilar básico en la economía de cualquier país. En este sentido, al ser la tecnología un sector estratégico de gran importancia en el desarrollo industrial, los gobiernos invierten cada vez una mayor parte de su presupuesto en I+D. De tal forma que el apoyo a la investigación científica y la promoción de la innovación tecnológica son parte integrante de las políticas públicas, con sus componentes económicos y sociales.
En el caso mexicano, si bien no existe una desarrollada articulación entre las áreas de investigación, empresarial y gubernamental que promuevan el desarrollo y aplicación de nuevas innovaciones tecnológicas y científicas, sí existen casos de investigación con potenciales impactos positivos en el ámbito social, económico o cultural.
 

Impacto en la cultura

La cultura abarca no solo las actividades y elaboraciones de carácter simbólico, como las representaciones e interpretaciones artísticas y teóricas. En un sentido más amplio, la cultura abarca también las técnicas y artefactos materiales con los que se acostumbra identificar la técnica, las formas organizativas de interacción social, económica y política y las prácticas y realizaciones biotécnicas, relacionadas con los seres vivos y el entorno biótico o naturaleza.
Las diversas prácticas y entornos de una cultura forman parte de una compleja red de interrelaciones, inseparables en la realidad. La red de los entramados de prácticas/entornos que integran una cultura constituye un espacio material-simbólico-organizativo-biotécnico (EMSOB).
Ninguna cultura es completamente estable en su EMSOB. En mayor o menor grado, toda cultura produce innovaciones, es decir, nuevas técnicas y artefactos en sentido amplio, que pueden ser el resultado de prácticas culturales propias. Pero, para que tales innovaciones se conviertan en parte importante de la propia cultura, han de establecerse como prácticas y entornos propios, es decir, han de aceptarse, generalizarse e institucionalizarse como tales.
No olvides leer el contenido extenso para profundizar en el estudio del tema.
 
 
 
 
 
 
 
 

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