Se caracterizó por el establecimiento
de reglas que permitieran reconocer y validar un conocimiento
científico determinado. Desde entonces se definieron algunos principios
generales en el sentido de que un conocimiento científico se
consideraría ser auténtico si se basaba en los procedimientos de la
matematización del conocimiento y la metodología experimental. Con estos
principios cambió la forma de hacer Ciencia.
Esta concepción filosófica y
metodológica se aplicó inicialmente a la astronomía, la matemática, la
física, la medicina, pero luego se extendió a la química, la biología,
la geología y, finalmente en el ámbito de las ciencias sociales.
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