Introducción
En el lado opuesto al liberalismo, se
encuentran diversas corrientes de derecha (las derechas), algunas
moderadas, otras radicales. Son doctrinas que sostienen principios cuya
implantación es temerosa a los cambios sociales, a la diversidad racial,
sexual, étnica de la sociedad, y a los avances en los derechos de
aquello que no esté regido por la verdad divina, o por la moral derivada
del fundamentalismo religioso: aquel que rige la vida de las sociedades
por los fundamentos de sus libros.
Cada religión y cada sociedad tienen sus propias estructuras conservadoras, que por su cerrazón a los cambios,
han llegado a generar opresión, exclusión y retraso en el desarrollo
social, basados en una educación que parte del control y no de la
libertad, ni de la libre expresión del pensamiento.
Totalitarismo, Tendencia y Literatura
Totalitarismos militares: La
proyección y potenciación de estas contradicciones han ensalzado guerras
brutales, como las que desataron los regímenes represivos de Adolf
Hitler en toda Europa y que partió de Alemania y Austria; Benito
Mussolini en Italia; Hirohito en Japón y Francisco Franco en España,
durante la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, llegaron a establecerse
experiencias similares en todo el mundo, después de esos totalitarismos
militares, que quedaron reflejadas en la literatura, particularmente en
los años treinta y hasta los setenta en Centroamérica, con autores como
Roque Dalton, Roberto Sosa, Miguel Ángel Asturias, Juan de la Cabada,
Sergio Ramírez, Ernesto Cardenal, Claribel Alegría y Gioconda Belli,
entre muchísimos otros.
Tendencia demócrata-cristiana : La tendencia demócrata-cristiana,
con fuerte apoyo durante el siglo XX en Latinoamérica, es una suerte de
conservadurismo que a veces tiene tintes sociales, pero está basado
totalmente en principios de control ideológico-religioso. Fueron los
partidos de esta tendencia quienes lamentablemente apoyaron las
dictaduras militares en casi todos los países latinoamericanos.
Literatura de denuncia : Si
bien ya se había experimentado esa sensación de exilio (condición a la
que finalmente muchos pensadores, artistas y escritores se acogían, en
México), entre los sesenta y ochenta del siglo pasado en Latinoamérica
–donde las derechas militarizadas controlaban todo acto de disenso–, se
experimentó una producción literaria argentina, chilena, paraguaya,
brasileña, peruana y uruguaya, que fue particularmente prolífica, hasta
convertirse en literatura de denuncia con autores exiliados
como Mario Benedetti, Blanca Varela, Jorge Boccanera, Diana Bellessi,
Juan Gelman, Augusto Roa Bastos, Ernesto Sábato, Vinícius de Moraes,
etc.
Última modificación: martes, 29 de marzo de 2016, 17:06
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